Desde hace unos años, la tecnología nos ha brindado la oportunidad de comprar bienes y servicios de forma online y también nos ha permitido conocer personas (aka Tinder), y reunirnos con amigas y amigos a miles de kilómetros de distancia. En el plano profesional, la conexión a internet y los aparatos electrónicos también nos han facilitado nuevas relaciones laborales que hubieran sido inimaginables sin la digitalización. Pero, en todos estos años, ¿qué ha ocurrido con los besos? ¿Hay alguna solución que sustituya los besos reales por los besos en la distancia?

Quizás, muchas personas no hayamos pensado en los besos en la distancia hasta ahora por la sencilla razón de que algo tan apasionante merece ser vivido en carne y hueso. Claro que, también, hasta hace relativamente poco, el apocalipsis era solo una temática de las pelis de terror. Ni siquiera podíamos imaginar que viviríamos una pandemia y pasaríamos meses encerrados sin ver a nuestros seres queridos y, obviamente, nuestra pareja. Pero la realidad es la que es y, ahora, nos vemos obligados a las relaciones sociales digitalizadas. No hay otra.

La máquina para dar besos en la distancia ya está inventada y se llama Kissenger 

Y como (casi) todo en esta vida, la máquina para los besos en la distancia ya está inventada. Fue noticia en 2016 y, según este artículo de Forbes, podría empezar a comercializarse a finales de 2020. Se trata de Kissenger (por kiss (beso) + senger (abreviatura de Messenger), un gadget ideado para transmitir besos en la distancia. “Básicamente”, consiste en un dispositivo con sensores que se añade a tu smartphone. Estos sensores son capaces de detectar la presión de tus labios y transmitir esa presión a otra persona a través de una app.

Obviamente, esta otra persona necesita tener el mismo dispositivo y haber descargado la app en su correspondiente smartphone. La verdad es que, con estos avances tecnológicos, cabe preguntarse si de verdad existen personas que son capaces de predecir el futuro. Y si estos besos online acabarán sustituyendo los besos de carne y hueso por ser más seguros ante el coronavirus (y posibles mutaciones futuras). Esperemos que no.

Te propongo estas técnicas para dar besos en la distancia 

Pero, más allá de la tecnología como fiel sustituta de los actos físicos (¿es nuestro terrible destino acabar todas y todos con Kissenger + Ipush?), aquí tienes una serie de consejos para besar a distancia y que la experiencia sea (más o menos) igual de agradable. ¿Estás preparada/preparado?

• Videollama a tu pareja y utiliza auriculares.
• ¡Fuera complejos y vergüenza! Es momento de mostrarse melosa/o aunque sea en la distancia.
• Acaricia con el dedo la cámara de tu móvil.
• Acerca tus labios a la cámara y emite sonidos de besitos.
• Besa la pantalla de tu móvil.

Esto, aunque parezca una tontería, mantiene la llama encendida. Si no conoces el fenómeno ASMR, los besos a micro y a cámara son de los vídeos más demandados. He aquí un ejemplo para inspirarte:

Y si no te va la tecnología, siempre puedes recurrir al efecto nostálgico vintage y enviar besos a través de correo ordinario. ¡La verdad es que recibir cartas personalizadas es toda una aventura (y no hace tanto que lo hacíamos)! Te propongo pintarte los besos de color carmín (da igual el género con el que te identifiques), crear una tarjetita sobre la que estampar tus besos y añadir un mensaje bonito. ¡Envía muchísimos a tu pareja y/o familiar dentro de un sobre! Verás la felicidad que generas en ellas/ellos. Te dejo un ejemplo:

¿Tienes algún consejo sobre cómo dar besos en la distancia? ¡Me encantará leerte!